JESOLO
Me agrada relatar experiencias vividas en mi niñez y en mi adolescencia, tal vez por aquello de "todo tiempo pasado fue mejor". Y creo que es asì por varias cosas, entre ellas el hecho de olvidar lo negativo, ya sea como una defensa de la mente o porque verdaderamente son etapas de la vida en las cuales la ingenuidad hace que pasemos por alto lo feo, lo amargo y lo triste. La edad de la inocencia. Seguramente por eso dicen los Evangelios que para entrar en el Reino de los cielos debemos ser como niños.
Luego llega la edad adulta, con logros muchas veces acompañados de làgrimas.
La època de las grandes decisiones que exigen renuncias, los fracasos que cuesta aceptar. Las pèrdidas, los duelos.
O haremos como los egipcios que sòlo dejaron la historia de sus triunfos? Los egipcios y seguramente muchos otros.
Voy avanzando en mi biografìa y a medida que llego a la parte difìcil, la de las luchas y las caidas, demoro la escritura.
Hice un parèntesis para evaluar y descansar.
Què bueno el comprobar que los sueños de la juventud, de estudio, trabajo, familia, vida espiritual, se van cumpliendo.
No temo el èxito, ya que considero ganancia el haber pasado pruebas sin desmoronarme, mirando siempre hacia adelante y especialmente, mirando hacia arriba.
Esperando el manà? Sì, porque sè que viene cuando lo necesito, pero tambièn recordando que debo esforzarme y ser valiente. Y eso es lo lindo de la vida, estar siempre en acciòn, superando los tiempos de làgrimas o de sonrisas, caminando hacia la meta. Tampoco temo los fracasos, por experiencia se que algunos fracasos pueden ser exitosos, dejar una experiencia valiosa y cimentar un triunfo.
Hoy recuerdo los veranos en Buenos Aires, cuando ìbamos con mis padres y los tìos a La Salada, los de Colòn con pileta y nataciòn en el Club Hispano o las vacaciones en Mar del Plata, sobre el Atlàntico.
Serà porque hace tanto calor en Italia, un "caldo africano", como se dice acà.
Ahora estoy cerca del mar Adriàtico, puedo pasar un fin de semana, o simplemente un dia en Jesolo o en Sottomarina, a sòlo treinta kilometros de Vicenza. Tal vez el pròximo domingo.